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domingo, 2 de diciembre de 2012

Arte feminista



Wack
La critica feminista radical que surgió a fines de los sesenta y durante los setenta en Estados Unidos, estaba enfocada en señalar que las mujeres habían tenido una presencia limitada y a veces nula dentro del ámbito la historia del arte. El problema principal fue que la mujer era la imagen: alegoría y representación simbólica. Las imágenes de mujeres que han sido idealizadas representan la belleza y el erotismo, así como la fertilidad, esto en relación con el desnudo como forma artística. Así se han difundido las imágenes de mujeres por medio del imaginario que ha predominado en la sociocultura en diversos periodos y épocas, cuya referencia se reduce al cuerpo: lo externo, su apariencia y aspecto, o su estatus dentro de la aristocracia y la burguesía. 

Guerrilla Girls

En 1973 Linda Nochlin abrió la discusión en el ámbito de la historia del arte, al preguntar ¿Por qué no ha habido grandes artistas mujeres? La pregunta se dirigió específicamente a cuestionar la valoración de los grandes maestros y el olvido de las creadoras, lo cuál desató la polémica. Los puntos que iniciaron la reacción que Linda Nochlin llamó en cadena fueron: el reconocimiento de las creadoras, la distinción entre arte femenino y feminista, la discriminación en el ámbito público y privado, los estudios que hacen falta dentro de la historia del arte respecto a las mujeres y el acceso al mundo del arte de aquellas dentro y fuera de los círculos privilegiados. En ese momento histórico surgió el interés por demostrar que si habían existido mujeres artistas, esto a partir de la búsqueda exhaustiva en los archivos y acervos para demostrar que si han existido pero que no eran reconocidas por su calidad ni valoradas. No era suficiente la inclusión de nombres de mujeres en el canon dominante de la historia del arte, eso podría ser una trampa para reproducir la inequidad.

Mujeres artistas 


Judy Chicago (E.U.A, 1939), quién trabajó con dedicación en la educación de otras creadoras en su proceso de formación. Un ejemplo de iconología vaginal es el trabajo de Judy Chicago, en su instalación The Dinner Party (1974–1979), Museo de Brooklyn Nueva York. Su labor fue dirigir un trabajo colectivo, creando a partir de sus ideas e inquietudes, una historia visual de las mujeres desde su perspectiva occidental. Al contar con el apoyo de cientos de voluntarias, fue creando las condiciones adecuadas para establecer talleres de pintura en porcelana china, cerámica y textiles, también fue necesaria la colaboración de expertas para coser y bordar. Como resultado obtuvo una obra articulada con procesos artesanales que anteriormente eran poco apreciados por su diferencia con las Bellas Artes, plasmando con destreza habilidades para decorar textiles y para complementar los elementos que componen la totalidad de la pieza. El resultado rompe con las artes de élite que coloca a las manualidades en segundo plano y las considera actividades de mujeres y para el ocio.



Orlan (1947, Saint-Etienne, Francia) exige en sus complejas creaciones, un desciframiento cuidadoso y a veces temeroso, por parte del espectador. Su trayectoria es amplia en la performance pero es por la intervención de su propia carne, piel y mente por lo que define su arte como carnal. Orlan realizó sus operaciones durante 1993, como ejercicio lúdico de intervención (quirúrgica) e identidad (transitoria), la metáfora se encarna en la persona. Fueron nueve intervenciones en total, llamó al proyecto Reencarnación y Omnipresence
Marina Abramovic (Belgrado, 1946), una artista reconocida por su labor en el performance Recién exiliada, Marina Abramovic vivió en Amsterdam, salió de Yugoslavia a causa de los conflictos étnicos que propiciaron la guerra civil. Ella decidió romper con su lugar de origen y adoptar otra cultura al emigrar a Holanda, ahí se encontró con una ciudad donde predomina la ideología protestante, asunto interesante ya que ella venía de una familia religiosa. Se sorprendió al encontrarse con la condición de aceptación y reglamentación sobre el negocio del sexo. En Role Exchange realizada en Amsterdam en 1975, Marina buscó acercarse a la vivencia y la situación de las mujeres sujetas a la explotación de su sexualidad para sobrevivir, pero en este caso específico, de quienes alquilan su cuerpo para el goce del otro. Mujeres que son mercancías, con valor de cambio (dinero) y valor de uso (cuerpo). Ella cambia de lugar con una sexo servidora, Marina se va a la vitrina y la Suze se va a la galería, esto con la intensión de sacarla aunque sea poco tiempo del lugar de la explotación.

 Estos son algunos ejemplos de mujeres artistas que lograron trabajar de acuerdo a los objetivos del arte feminista el empoderamiento, la resistencia y la transgresión para lograr con esto una identidad que no cumple con las atribuciones que la categoría mujer otorga por causa biológica y y conseguir así libertad, autonomía pero sobre todo equidad.



 Referencia: 
Cervantes, Candy. Cuerpos efímeros: resistencia y transgresión en el arte feminista. Tesis de doctorado. UNAM, Facultad de Filosofía y Letras. 2010, México

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