Wack |
La critica feminista radical que surgió a fines
de los sesenta y durante los setenta en Estados Unidos, estaba enfocada en
señalar que las mujeres habían tenido una presencia limitada y a veces nula dentro
del ámbito la historia del arte. El problema principal fue que la mujer era la
imagen: alegoría y representación simbólica. Las imágenes de mujeres que han
sido idealizadas representan la belleza y el erotismo, así como la fertilidad, esto
en relación con el desnudo como forma artística. Así se han difundido las
imágenes de mujeres por medio del imaginario que ha predominado en la
sociocultura en diversos periodos y épocas, cuya referencia se reduce al cuerpo:
lo externo, su apariencia y aspecto, o su estatus dentro de la aristocracia y
la burguesía.
Guerrilla Girls |
En 1973 Linda Nochlin
abrió la discusión en el ámbito de la historia del arte, al preguntar ¿Por qué no ha habido grandes artistas
mujeres? La pregunta se dirigió específicamente a cuestionar la valoración
de los grandes maestros y el olvido de las creadoras, lo cuál desató la
polémica. Los puntos que
iniciaron la reacción que Linda Nochlin llamó en cadena fueron: el
reconocimiento de las creadoras, la distinción entre arte femenino y feminista,
la discriminación en el ámbito público y privado, los estudios que hacen falta dentro
de la historia del arte respecto a las mujeres y el acceso al mundo del arte de
aquellas dentro y fuera de los círculos privilegiados. En ese momento histórico
surgió el interés por demostrar que si habían existido mujeres artistas, esto a
partir de la búsqueda exhaustiva en los archivos y acervos para demostrar que
si han existido pero que no eran reconocidas por su calidad ni valoradas. No
era suficiente la inclusión de nombres de mujeres en el canon dominante de la
historia del arte, eso podría ser una trampa para reproducir la inequidad.
Mujeres artistas
Judy Chicago (E.U.A, 1939),
quién trabajó con dedicación en la educación de otras creadoras en su proceso
de formación. Un ejemplo de
iconología vaginal es el trabajo de Judy Chicago, en su instalación The Dinner Party
(1974–1979), Museo de Brooklyn Nueva York. Su labor fue dirigir un trabajo colectivo, creando a partir de sus
ideas e inquietudes, una historia visual de las mujeres desde su perspectiva
occidental. Al contar con el apoyo de cientos de voluntarias, fue creando las
condiciones adecuadas para establecer talleres de pintura en porcelana china,
cerámica y textiles, también fue necesaria la colaboración de expertas para coser
y bordar. Como resultado obtuvo una obra articulada con procesos artesanales que
anteriormente eran poco apreciados por su diferencia con las Bellas Artes, plasmando
con destreza habilidades para decorar textiles y para complementar los elementos
que componen la totalidad de la pieza. El resultado rompe con las artes de
élite que coloca a las manualidades en segundo plano y las considera
actividades de mujeres y para el ocio.
Orlan (1947, Saint-Etienne, Francia) exige en sus complejas creaciones, un
desciframiento cuidadoso y a veces temeroso, por parte del espectador. Su
trayectoria es amplia en la performance pero es por la intervención de su
propia carne, piel y mente por lo que define su arte como carnal. Orlan realizó sus
operaciones durante 1993, como ejercicio lúdico de intervención (quirúrgica) e
identidad (transitoria), la metáfora se encarna en la persona. Fueron nueve
intervenciones en total, llamó al proyecto Reencarnación
y Omnipresence.
Marina Abramovic (Belgrado,
1946), una artista reconocida por su labor en el performance Recién exiliada,
Marina Abramovic vivió en Amsterdam, salió de Yugoslavia a causa de los
conflictos étnicos que propiciaron la guerra civil. Ella decidió romper con su
lugar de origen y adoptar otra cultura al emigrar a Holanda, ahí se encontró
con una ciudad donde predomina la ideología protestante, asunto interesante ya
que ella venía de una familia religiosa. Se sorprendió al encontrarse con la
condición de aceptación y reglamentación sobre el negocio del sexo. En Role
Exchange realizada en Amsterdam en 1975, Marina buscó acercarse
a la vivencia y la situación de las mujeres sujetas a la explotación de su
sexualidad para sobrevivir, pero en este caso específico, de quienes alquilan su
cuerpo para el goce del otro. Mujeres que son mercancías, con valor de cambio
(dinero) y valor de uso (cuerpo). Ella cambia de lugar con una sexo servidora, Marina se va a la vitrina y la Suze se va a la galería, esto con la intensión de sacarla aunque sea poco tiempo del lugar de la explotación.
Estos son algunos ejemplos de mujeres artistas que lograron trabajar de acuerdo a los objetivos del arte feminista el empoderamiento, la resistencia y la transgresión para lograr con esto una identidad que no cumple con las atribuciones que la categoría mujer otorga por causa biológica y y conseguir así libertad, autonomía pero sobre todo equidad.
Referencia:
Cervantes, Candy. Cuerpos efímeros: resistencia y transgresión en el arte feminista. Tesis de doctorado. UNAM, Facultad de Filosofía y Letras. 2010, México
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