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sábado, 4 de abril de 2015

Frida Kahlo y su pasión por las imágenes

Una foto publicada por Candy Mar (@candymartv) el

   Desde hace más de un año, más o menos por Agosto del 2013 comencé a trabajar como guía en el museo Frida Kahlo, mejor conocido como la Casa Azul. Aunque mi pasón por Frida es anterior, visitaba el museo con mucha frecuencia y acompañé a muchas personas a conocerlo. Cuando iba en la facultad de filosofía y letras escuchaba la clase de Teresa del Conde sobre Frida, ahí se hablaba de las falsificaciones, de la importancia de Frida en la cultura mexicana y el interés que despertaba en otras culturas. 


Casa Azul de Frida Kahlo 

Realmente el éxito masivo de Frida resulta ir más allá de sus límites, temporales, geográficos, ideológicos. Toda persona que llega a la Casa Azul busca algo de Frida para identificarse, ha creado tal empatía que la buscan desde niños de kinder hasta adultos mayores, mexicanos y extranjeros, de todas las nacionalidades, se escuchan varios idiomas dentro de la casa. Afortunadamente Frida era muy hospitalaria y buena anfitriona, esa escencia sigue presente ya que a veces la visita al museo es un verdadero peregrinar, la gente hace fila y espera su turno para recorrer los espacios que ella habitó y llenó con su presencia, tanto que ver sus muebles y objetos personales la vuelven una presencia eterna.
Una foto publicada por Candy Mar (@candymartv) el
Entiendo el interés por Frida en relación con Diego Rivera, pero en mi caso la empatía con Frida vienen de su separación con Diego, cuando toma conciencia y se empodera para consagrarse como una pintora surrealista, esa metamorfosis, un gran salto espiritual a su independencia, aún así aprecio y agradezco el cuidado de Diego ya que sin él no tendríamos la Casa Azul.



La leyenda de Frida es una narrativa popular a modo de diagnósticos, la polio, el accidente, la infidelidad de Diego, pero resalta su amor por México, su valoración de la cultura popular, su interés por la gente humilde y no tanto por las élites, su espíritu aventurero que la llevó a exponer en París y Nueva York antes que en su propio país que tanto amaba.

Ahora su imagen se enaltece aún más por su colección de vestidos y aparatos ortopédicos, así como por sus apasionadas, divertidas y poéticas cartas, documentos y testimonios de los que hizo su tema, arte-vida. La Casa Azul muestra obras maravillosas, pero la colección más importante de Frida está en el museo Dolores Olmedo y Las dos Fridas en el MAM, también he visto el Moisés en el museo de Bellas Artes de Houston, el autorretrato para León Trotsky en el Museo de las mujeres artistas en Washington D.C.
Una foto publicada por Candy Mar (@candymartv) el
Sin duda ver en el MoMA los autorretratos de la colección es un deleite y en una exposición en el MUNAL descubrí un paisaje urbano de Frida, además de los Cocos y algunos dibujos de la colección del MAM. Adoro su casa, llena de flores y todo lo que configura el universo de Frida.