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domingo, 4 de abril de 2010

Grafiti hip hop

Para comenzar una reflexión sobre Grafiti hip hop es importante comentar que la intensión, deseo y ejecución de pintar en las paredes tiene orígenes ancestrales, tal y como lo muestran los petroglifos y las cuevas donde se conservan las pinturas rupestres. Algunas personas toman como referencia los murales de diferentes épocas, pero lo que vale la pena distinguir es que las técnicas, los estilos y la iconografía del grafiti hip hop se relaciona con el imaginario colectivo y pertenece a una de las culturas globales más importantes del entorno contemporáneo.

Tanto la etimología de la palabra, como el origen, son temas a discusión, la palabra grafiti viene del italiano y significa rayar las paredes, esta referencia podría tener como ejemplo las inscripciones en árboles o en muros rascando o rayando, pero en grafiti hip hop en realidad es una escritura que sigue la tradición de las pintas a modo de consigna política, pero que renuncia al slogan y está centrado en la marca visible de un sujeto o varios que ejecutan la pieza en equipo, para dejar una marca semi-anónima, donde la rubrica y la gramática se alteran para codificar mensajes en clave.

El grafiti hip hop pertenece a la contracultura porque se apropia de los espacios citadinos cometiendo un acto voluntario para la desobediencia civil, contradecir los mecanismos que operan excluyendo a las minorías étnicas, pero sobre todo para disipar las barreras entre la creatividad, la disidencia y la travesura adolescentaria. Los estilos de grafiti son el tag, la bomba, la pieza y el mural. Se pueden diferenciar de las marcas territoriales de pandillas, porque precisamente de lo que se trata es de poder extender la visibilidad de su obra pictórica. Para eso usan la pintura en aerosol, modificando sus aplicaciones a partir del tamaño de las válvulas y de la aplicación de la línea. Algunas personas lo consideran un delito organizado cuando en realidad es una presencia dentro de las grandes urbes donde predomina el egoísmo y la indiferencia.



El grafiti, que pertenece a la cultura hip hop, abrió amplias posibilidades para la experimentación del entorno urbano, ya que la juventud logró transformar su vida a partir del ejercicio creativo, la adrenalina y la enseñanza en las propias calles de unos a otros. Lo que viene después del grafiti se ha clasificado como Logos street, la diferencia radica en la preparación, ya que los que realizan esténcil, sticker o empapelado, es la juventud preparada, especializados en diseño, que tienen no sólo las herramientas y los medios de producción, sino que toman como fuente de inspiración las calles para obsequiar al transeúnte una imagen decorativa, reflexiva, política o naif, cuyos referentes son los medios de comunicación colectiva. El arte urbano y contracultural se abre paso de forma secreta y clandestina en las grandes urbes cosmopolitas del mundo global.

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